En el mundo de los mezcales, con el paso de los años se han creado diferentes maneras de llevar su proceso de producción y que cada una de ellas le otorga un sabor totalmente diferente, asimismo se le agregan elementos como frutos, hierbas o hasta gusanos que dan otros olores y gustos al paladar.
Mucho tiene que ver con el tiempo que se le otorga de reposo, nos encontraremos con mezcal joven, añejo, madurado en vidrio y por supuesto el reposado, este último es del cual te hablaremos el día de hoy en La Luna Mezcal.
¿Qué es el mezcal reposado?
Como bien sabemos, el mezcal es una bebida típica que se suma a la gastronomía mexicana, que es parte importante y representante de nuestro país, siendo incluso un producto usado para la creación de diferentes cócteles o hasta platillos de alta cocina.
Seguramente cuando vas a un restaurante o bar, en su carta o menú ves una gran variedad de mezcales sin realmente conocer cuáles son sus diferencias, en que cambian o que sabores tienen; no obstante, nosotros te ayudaremos con ello.
Un mezcal reposado puede ser creado a base de diferentes magueyes, que agregan sabores distintos, pero además la clave será su tiempo de fermentación, por lo general en dicho proceso son usadas tinas de madera. En estas es introducido el mezcal, que ya haya pasado por el corte del agave, el cocimiento del corazón de la piña, posteriormente la molienda, pasando por la fermentación de las fibras y del maguey ya triturado, para llegar a la destilación y embotellado.
La parte importante del mezcal reposado es su fermentación, la cual es ocupada en varios productos, que es un proceso donde ciertas sustancias son sometidas a diversas circunstancias para que sufran cambios químicos con el único objetivo de la obtención de un producto diferente.
En el caso del mezcal reposado es introducido en barricas de madera como de encino blanco o roble, dejándolo reposar por un periodo de 2 aunque algunos pasan hasta 12 meses, y en el lugar donde sea colocado tendrá que cumplir con ciertas características, como la temperatura, agua y la cantidad de luz.
Los microorganismos inician con su fermentación con el proceso de los hidratos de carbono, como lo son la fructosa, glucosa, almidón y sacarosa, dando origen al alcohol etílico, que claramente es parte fundamental de cualquier mezcal.
Características del mezcal reposado
Estos pueden ser producidos tanto de manera artesanal, ancestral o industrial, el mezcal reposado cuenta con ciertas características bastante particulares y que además son muy fáciles de identificar, como su olor, color y textura, así como:
- Son embarricados por lo menos de 2 a 12 meses y esto depende del proceso que le desee dar cada uno, haciendo que su color y sabor cambie dependiendo del periodo.
- Por lo general su color es un amarillo con toques dorados.
- Obtiene un sabor propio de la barrica, es suave y con toques amaderados.
- Al olor característico del maguey ahumado en ocasiones se le agregan otros elementos como frutos o hierbas que le otorgan otros aromas totalmente distintos.
Diferencias entre mezcal joven y mezcal reposado
Diferenciarlos es sencillo, puesto que en la botella y su etiqueta está especificado cuál es su proceso de reposado, esta será una de las primicias más importantes ya que cada uno de ellos pasa por diferentes procesos.
El mezcal joven ó mezcal blanco a diferencia del reposado no pasa por un periodo de fermentación, una vez terminada su destilación es directamente envasado, sin que sea colocado en tinas de madera por un periodo de tiempo, asimismo este es incoloro y totalmente trasparente o incluso con un amarillo muy tuene. Es conocido también como mezcal blanco, que posee un sabor ahumado menos presente.
Proceso del mezcal reposado
Cosecha
Para la obtención del mezcal reposado es necesario contar con la materia prima, que en este caso es el cultivo y cosecha del maguey, el cual es sembrado en tierras perfectas para su crecimiento, su maduración tarda aproximadamente de 7 a 10 años.
Los agaves son cuidadosamente seleccionados para elegir aquellos que estén en su mejor estado y sus pencas son cortadas, hasta que quede la piña, que es el corazón del maguey, el cual es la parte esencial para la producción del mezcal.
Cocción
Las piñas son cortadas para que su cocción sea más fácil, la forma en como son cocidas depende de cada proceso, pero por lo general son colocadas en hornos a nivel del piso, posicionando piedras sobre estas con altas temperaturas.
Molienda
El agave cocido es triturado para la obtención de las fibras que posteriormente son utilizadas en la fermentación, por lo general las piñas son colocadas en pequeños pozos redondos, donde un rodillo de piedra giratorio pasa en repetidas ocasiones hasta deshacerlas por completo.
Fermentación
Las fibras del maguey son colocadas en grandes tinas de madera, comúnmente para el mezcal reposado son utilizados aquellos de encino blanco o roble, en ellas también es introducida una cierta cantidad de agua y con el correcto nivel de temperatura, es dejado como mínimo 2 meses o hasta 12.
Destilación
Finalmente, en la destilación, las fibras ya fermentadas son introducidas en alambiques de cobre o en ollas de barro, este dependiendo si es producido de manera artesanal o ancestral, en donde se calienta el mezcal generando su evaporación y condensación, para que el líquido obtenido sea introducido a un envase.
No dudes en entrar a la tienda de La Luna Mezcal y conocer las distintas expresiones con las que contamos, en donde encontrarás mezcales con sabores y olores totalmente únicos, prueba la gran calidad de nuestros procesos y productos.
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